Encuentro aromatizado en la Brasserie des Vignes
Stéphane, antiguo profesor de química, dejó las probetas para pasarse a barriles llenos de espuma. Síguelo en su taller donde el maestro del lúpulo nos desvela los secretos de la fabricación.
Mucho más que una historia de la tierra
Tras fabricar cerveza con amigos en varias ocasiones, varios viajes, la creación de una cervecería, una medalla de oro en el «Concours Régional Agricole», Stéphane se atrevió a montar su propia cervecería en una bodega en Montans, y luego, en Graulhet.
«No solo me dedico a la venta directa y de camiones de cerveza en Suecia, Bélgica o en los mercados de productores. También trabajo para algunos establecimientos como restaurantes con estrellas y bonitos bares de París. O en Lille, concretamente para Florent Ladeyn, uno de los finalistas de Top Chef».
Un intercambio de buenos procedimientos con la naturaleza
Estoy muy unido a la acidez, el afrutado y el aspecto refrescante de la cerveza. Se dice que uno es maestro cervecero, pero yo considero que la cerveza es nuestra maestra. Por eso, mi primera cerveza se llama Amante. Estoy aquí para acompañar a la naturaleza, darle una nueva vida a lo que nos ofrece.
La especialidad de esta cervecería se basa en un refrigerado que permite elaborar cervezas con cepas de levadura indígenas de su entorno. Gracias a su plantación de lúpulos salvajes, Stéphane propone una cerveza local y de la tierra, permitiendo a los curiosos descubrir la naturaleza de Tarn de otra manera.
A un sabor de...
El artesano cervecero clasifica los sabores por colores. Para él, la acidez puede proceder del limón amarillo o de la frambuesa roja, cada color evoca un sabor en ocasiones similar al amargor del lúpulo y que combina perfectamente bien. «Para mí, un cervecero debe jugar con las materias primas, las maltas, los lúpulos, para así encontrar estas sensaciones diferentes».
«¿Y por qué no fabricar cerveza dónde se fabricaba el cuero?
Stéphane ha instalado su laboratorio en una antigua peletería centenaria. Un gran edifico sirve de almacén y de bar en verano, y tiene conexión directa con la inmensa sala de braseado de 150 m2.
El bar abre los jueves y viernes por la tarde de 18:00 h a 23:00 h, y recibe a todos aquellos que quieran descubrir las cosechas y disfrutar de un agradable momento con total simplicidad. Y por el día, el bar se transforma en una cómoda y acogedora sala donde se imparten cursos. Al entrar en la Brasserie des Vignes, la gente suele tener la impresión de estar entrando en casa de alguien, se trata de un verdadero lugar de vida.
Hay incluso un museo de cerveza en el que se pueden ver antiguas herramientas, como, por ejemplo, un dispensador de 1900 y viejos grimorios de cerveza.
Gracias al Pass Brasseur, entraréis en el lugar donde el grano se transforma en cerveza en la antigua peletería. Stéphane os espera para haceros descubrir su cerveza artesanal y su museo de la cerveza. 1 h es suficiente para recorrer el proceso de fabricación de la malta y del lúpulo hasta la degustación. Al final de la visita os regalaremos dos botellines de 33 cl.
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