Tablette d'interprétation Puycelsi, forteresse des bois

Si sales del observatorio, pasas por la capilla Saint-Roch y entras en las estrechas calles bordeadas de casas de piedra del siglo XVI.

En la iglesia de Saint-Corneille, mire hacia arriba, son los pintores de la catedral de Albi quienes pintaron el techo de la nave.
Se cuenta que, asediados por los ingleses durante la Guerra de los Cien Años, los habitantes de Puycelsi hicieron creer que tenían comida en abundancia paseando un hermoso cerdo por las murallas. No fue así, pero ese subterfugio habría terminado por cansar al agresor, que se habría marchado. En el portal de la iglesia se puede encontrar un cerdito esculpido.

¡Regrese al corazón del pueblo a través de las antiguas murallas!
Aquí no hay casas burguesas prósperas, todo es sencillo, todo es armonioso, todo está bañado de luz. Se dice que aquí se pueden ver los atardeceres más bellos de la región.
¡No lo dudes, quédate y disfruta!