Centre Céramique Contemporaine de Giroussens

Giroussens, antigua ciudad fortificada fundada a finales del siglo XIII alrededor de un castillo que domina el valle del Agout, era antes de la Revolución una pequeña ciudad próspera gracias a la actividad de numerosos alfareros establecidos en el lindero del bosque, que disfrutaban de un privilegio concedido a los habitantes para extraer madera del bosque para alimentar sus hornos. La tierra estaba bajo sus pies, porque como en toda la cuenca de Toulouse, es arcillosa y de un hermoso color rojo.
A principios del siglo XVII contaban con 72 maestros alfareros, compañeros y aprendices que fundaron la cofradía de “Santa Rufina”, mártir española, patrona de los alfareros, que les proporcionaba apoyo espiritual y material y a quien se le dedicó una capilla en el pueblo.

Los 91 alfareros del pueblo, presentes en 1735, vivieron el período más floreciente de su industria. Su fama se debía a la producción de platos y fuentes que recordaban a la cerámica italiana esmaltada con plomo, coloreada de amarillo, verde y azul. Los escenarios evocaban entonces una vegetación sencilla y estilizada, una fauna animal reducida con frecuencia a pájaros y retratos humanos caricaturizados.

Con el paso de los siglos, la cerámica de Giroussen fue cayendo en el olvido. No fue hasta la década de 1990 cuando el pueblo recordó su glorioso pasado organizando el primero de sus Mercados de Cerámica, que 30 años después aún reúne a otros tantos aficionados y curiosos, cada primer fin de semana de junio. En 1999, el Ayuntamiento adquirió las antiguas dependencias del castillo del pueblo con la idea de abrir allí un centro dedicado a la cerámica.

Desde hace más de 20 años, el Centro acoge visitantes y presenta 4 exposiciones: dos exposiciones permanentes sobre el patrimonio y 2 exposiciones temporales dedicadas a la cerámica contemporánea. Éstas cambian cuatro veces al año y las salas se adornan con nuevas obras, de artistas franceses y/o internacionales, de pequeños y grandes talleres.
Las exposiciones permanentes revelan algunas cerámicas antiguas de Giroussens así como las obras de la artista Lucie Bouniol.

Fue entre estos muros donde Lucie Bouniol (1896-1988) tenía sus talleres. Artista de pueblo que estudió en Marsella, luego con Bourdelle antes de ir a París, donde se hizo amiga, entre otros, de Colette. Pintora, diseñadora y escultora, a Lucie le encantaba representar el mundo que la rodeaba, tanto las tradiciones como los habitantes de ese pequeño pueblo que tanto amaba. A su muerte, dejó un importante legado al municipio, que ahora conserva la mayor parte de su colección y la exhibe en una de las salas del Centro.

Una tienda de cerámica y una librería especializada completan el recorrido ofreciendo obras de artistas locales.

El Centro está abierto desde mediados de febrero hasta finales de diciembre, de martes a domingo, de 10 a 12 horas y de 14 a 18 horas. En julio y agosto también abre sus puertas los lunes.

El Centro es accesible para personas en sillas de ruedas.

Tarifa "Pase de Buenas Ofertas": 1 € por persona

Opción: Visita guiada de las exposiciones CON RESERVA con un guía de la Asociación de Guías Independientes del Tarn (AGIT), Grupos de adultos: 135 € / grupo, 35 personas máximo. “Más allá de eso, es obligatorio un segundo guía”.