Ha llegado al punto de encuentro. El sol se oculta lentamente en el horizonte y se acerca una curiosa figura. ¡Seguidle! Al ritmo de sus numerosas anécdotas, recorrerá Gaillac en su suave atmósfera estival al atardecer. Disfrute de un mágico paseo arquitectónico por Cordes sur Ciel siguiendo las huellas del ilustre Viollet-le-Duc. En el crepúsculo, paseará por las callejuelas de Castelnau-de-Montmiral y volverá a las raíces de la ciudad de ladrillo de Rabastens. Por último, en Puycelsi, escucha con atención. Puede que los árboles del bosque que te rodea no duerman como tocones.