Símbolos de nuestra región con su carácter único y encaramado, las casas y pueblos occitanos transmiten al visitante una sensación de altura.
Además de amar perdernos por sus callejones para conocerlos mejor, los descubrimos a través de una selección de impresionantes miradores, dando vida a espectaculares encuentros cara a cara. Con solo la naturaleza circundante y sus colores cambiantes a lo largo de las estaciones como compañía, nos inspiramos en el estilo de vida apacible de aquí. ¡Visita los lugares más bellos de la región para explorar nuestras Montañas y Maravillas!
Para la puesta de sol
Puycelsi
Subiendo hacia la ciudad medieval, tomamos el camino que pasa por el bosque. Después de unos metros y una vuelta ya estamos asombrados. En la absoluta calma de esta tranquila carretera, nos detenemos un momento para observar la vista de Puycelsi. El sol cambia de color y colorea el cielo con tonos brillantes, ¡un espectáculo grandioso! Al llegar a las murallas del pueblo, doble sorpresa con el magnífico panorama sobre el valle de Vère y el bosque de Grésigne.
Otras opciones: tomar el sendero de Mespel o el sendero del Patrimonio para admirar el pueblo encaramado en su promontorio rocoso desde el borde del bosque. Y desde Castelnau de Montmiral, ¡la vista desde la carretera que lleva al Castillo de Terride a través de la aldea de Laval también merece la pena!
Para ser ecológico
Castelnau-de-Montmiral
Llegamos a la Croix Saint-Jérôme, punto de partida del Chemin de Gradille, pero también uno de los miradores más bonitos de la zona. Entre los paisajes verdes y agrícolas, el panorama de la bastida Castelnau-de-Montmiral Te deja sin palabras. Estas hermosas imágenes, exóticas y reparadoras, calman la mente.
Para despertar los sentidos
Andillac
Entre los campos dorados de trigo, los prados y las viñas en hojas y flores, nos detenemos al pie de uno de los numerosos palomares deAndillac¡Seguramente lo más bonito que hemos visto hasta ahora! Este es el lugar ideal para admirar el conjunto de piedra blanca del pueblo medieval que destaca por su renovación: ¡qué aspecto orgulloso tiene ahora!
Para codearse con las nubes
Cordes
Situado en lo alto de su colina, parece hacerle cosquillas al cielo. Subamos allí para sentirnos menos pequeños frente a ella y observarla en todo su esplendor. De CordesNos dirigimos hacia la avenida de la República, donde una pequeña pendiente que sube a la izquierda nos lleva a una vista impresionante. Con las primeras y últimas luces del día, las nubes envuelven la ciudad y parecen hechizarla.
Para alimentar lo iMAGINARIO
Penne
Parece sacado de una leyenda o de un cuento fascinante, tanto que nos intriga... Para descubrirlo en un entorno mágico, hay que alejarse del pueblo de Penne y seguir la carretera D9. Al llegar a la primera curva, podemos observarla de arriba a abajo, la fortaleza de Penne en forma de nido de águila nos impresiona aún más.
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